Patrimonio

Patrimonio

La fundación de la villa data del s. XVI, con el nombre de Cañaveral de Alconétar, bajo la propiedad de los Templarios, posteriormente fue conocida como Cañaveral de las Limas. Sus posadas y cambio de postas sirvieron a la arriería y al trasiego de ganados trashumantes en el complejo itinerario del vado del Tajo en la barca de Alconétar.

Se trata de un pueblo de forma irregular. Ya era lugar de tránsito desde la etapa de los romanos, pues era paso obligatorio en la Ruta de la Plata. Su núcleo urbano se concentra en torno a la Plaza, en la que algunas viviendas disponen de soportales de arcos de medio punto. Entre las notas que definen la personalidad arquitectónica de la población es preciso referirse al voluminoso tamaño de las chimeneas.

El interés de la arquitectura de todos sus edificios relevantes es necesario mencionarlo. El santuario de Ntra. Sra. de Cabezón es arquitectura barroca que se constuye a base de mampostería y ladrillo. En su interior destaca la imagen de la Virgen con el Niño que debe fecharse a fines del s. XII.

En el interior de la parroquia de Santa Marina se conservan varios retablos barrocos, destacándose el Mayor, una obra rococó que aloja imágenes de talla, entre ellas la imagen de Santa Marina.